viernes, 11 de marzo de 2011

LEY DEL TRABAJO



3. LEY DEL TRABAJO
Capítulo tercero, del libro tercero de:
 EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS.
–Una de las obras cumbres del pensamiento universal-

Autor: Allan Kardec
–Hipolite León Denizard Rivail, insigne pedagogo francés del siglo XIX-.
Versión castellana: Giuseppe Isgró C.

Necesidad del trabajo – Límite del trabajo. Descanso.


1. –La necesidad del trabajo es una ley de la naturaleza?
-“El trabajo es una ley de la naturaleza por constituir una necesidad y la civilización obliga al ser humano a trabajar más para satisfacer sus crecientes necesidades y facilitarle el goce inherente a sus frutos”-.
2. –Por trabajo se debe entender únicamente lo relativo a las ocupaciones materiales?
-“No: el Espíritu trabaja al igual que el cuerpo. Trabajo es cualquier ocupación útil”-.
3.  –Por qué fue impuesto al ser humano el trabajo?
-“Porque es una consecuencia de su naturaleza corpórea: sirve para la depuración, y al mismo tiempo es un medio para perfeccionar su inteligencia. Sin él, el ser humano quedaría en la infancia intelectual: es necesario, por lo tanto, que él provea su nutrición, seguridad y bienestar por su propio trabajo y actividades conexas. A quien es menos fuerte físicamente, Dios le ha otorgado, en compensación, la fuerza del intelecto; pero, también la actividad mental es un trabajo”-.
4.  -Por qué, entonces, los animales no trabajan, y a sus necesidades provee la naturaleza?
-“Todo trabaja en la naturaleza. Los animales trabajan al igual que vosotros; pero su trabajo, como la inteligencia, se limita a su propia conservación: los niveles de progreso, en cada uno, se rigen por características propias. En el ser humano, el trabajo tiene una doble finalidad: además de la conservación del cuerpo, se lleva a cabo el desarrollo de su pensamiento, que constituye en sí, también, una necesidad. En los animales, su trabajo se limita a su conservación, empero, sin ellos saberlo, mientras proveen a sus necesidades materiales, secundan, también, los designios del Creador, y su trabajo concurre en no menor grado que el vuestro al objetivo final de la naturaleza, si bien, con frecuencia, el resultado precisa su tiempo para que os sea evidente”-.
5.  –Está sujeto, el ser humano, a la misma necesidad de trabajo también en los mundos más desarrollados que el nuestro?
-“La calidad del trabajo es relativa a la de las necesidades: en donde éstas son menos materiales, lo es, también, menos material, el trabajo. Pero, no vayáis a creer, por esto, de que el ser humano quede inerte y sin utilidad: el ocio sería un suplicio más que un premio”-.
6. –El ser humano que tiene bienes de fortuna suficientes para asegurarse la subsistencia, -se encuentra  exonerado de la ley del trabajo?
-“Podría estarlo por la del trabajo material, pero no de la obligación de rendirse útil según sus propias fuerzas y de perfeccionarse, dando, al mismo tiempo, su aporte al perfeccionamiento de los demás. Esto también es trabajo. Si el ser humano al cual Dios –por la ley cósmica y como salario cósmico- ha permitido el acceso a bienes de fortuna que les sean suficientes para asegurarse la subsistencia, no se encuentra precisado para realizar trabajo físico alguno, está tanto más obligado a emplearse en beneficio de sus semejantes, por cuanto su cómoda posición le proporciona mayor posibilidad de hacer el bien”-.
7. –Existen seres humanos cuya ineptitud para cualquier tipo de trabajo le rinda inútil la propia existencia?
-“Dios, en su justicia, no condena sino a quien vegeta en voluntaria inutilidad, por cuanto vive a costo del trabajo ajeno. Pero, Él quiere que cada ser se rinda útil en proporción de las propias fuerzas”-. (Ver Nº 643).
8.  –La ley de la naturaleza impone a los hijos la obligación de trabajar por sus padres?
-“De la misma manera como impone a los padres la obligación de trabajar por los hijos. Dios ha hecho que el amor filial y el amor paterno fuesen sentimientos naturales, para que, por el afecto recíproco, los miembros de una misma familia sintiesen el anhelo de ayudarse recíprocamente; empero, esta ley de recíproca ayuda precisa ser atendida con mayor atención por vuestra sociedad”-.

LÍMITES DEL TRABAJO. DESCANSO.

9.  –El descanso, que es una necesidad después del trabajo, es, también, una ley de la naturaleza?
-“Sin duda alguna: sirve para resarcir las fuerzas del cuerpo, y es, también, necesario a la mente para que tenga el tiempo para instruirse, y, así, poderse elevar por encima de la materia”-.
10.             –Cuáles son los límites del trabajo?
-“Los de las propias fuerzas: del resto, Dios deja al ser humano en libertad”-.
11.             –Cómo es juzgado quien abusa de su propia autoridad para imponer a sus dependientes un exceso de trabajo?
-“Es una acción indebida. Quienquiera que tenga la autoridad de dirigir, es responsable del exceso de trabajo impuesto a sus cooperadores, por cuanto, este procedimiento transgrede la ley de Dios”-. (Ver Nº 273).
12.             –Tiene, el ser humano, derecho al descanso, a una determinada edad?
-“Sí, por cuanto la obligación del trabajo es relativo a las propias fuerzas”-.
-A quién corresponde de asistir a la persona de edad avanzada, que requiere trabajar para vivir, pero que no puede hacerlo?
-“El fuerte debe trabajar para el que precisa de fuerzas; la sociedad debe constituir la familia para quien carezca de ella: esta es la ley de la bondad”-.
No es suficiente decir al ser humano que debe trabajar; es necesario que quien se gana su sustento con el propio trabajo encuentre la manera de realizarlo. Cuando el trabajo escasea, en forma generalizada, esta situación se convierte en un flagelo para la sociedad, -propiciando la carencia de bienes y servicios, o el poder adquisitivo para adquirirlos-. La ciencia económica va buscando la solución para crear el equilibrio entre la producción y el consumo; pero este equilibrio, aunque se admita como posible, tendrá siempre determinadas intermitencias, y en los intervalos de estos ciclos económicos –recesión-contracción-recuperación-expansión- el trabajador precisa sustentarse. Existe un elemento que requiere ser tomado más en cuenta en el balance, sin el cual, la ciencia económica no sería más que una simple teoría: la educación; no solamente  la educación intelectual, sino la moral, y no tanto la educación moral teórica, sino aquella que consiste en el arte de formar los caracteres, la que forja las costumbres de los pueblos, por cuanto la educación es el conjunto de los hábitos adquiridos. Cuando se piensa a la masa de individuos que, cada día, se introducen en el torrente de la población, sin principios, sin freno, y abandonados a sus instintos, -deben sorprendernos las lamentables consecuencias que se derivan de ello? Cuando este arte sea reconocido, comprendido y practicado, el ser humano adoptará, en la sociedad, costumbres ordenadas y de prudente previsión para sí y para los suyos, así como de respeto para todo lo que es respetable, hábitos que les permitirán superar exitosamente los inevitables días de adversidad. El orden y la previsión son dos virtudes que únicamente la educación bien entendida puede robustecer: este es el punto de partida, el elemento real del bienestar, la garantía de la seguridad general.



























sábado, 5 de marzo de 2011

EL CONOCIMIENTO DE DIOS -II-


EL CONOCIMIENTO DE DIOS –II-

©GIUSEPPE ISGRÓ C.


Escudero era un fervoroso de Dios. Practicaba el constante recuerdo del nombre de Dios, diariamente. Lo repetía mil veces en la mañana y otras tantas en la noche; durante el día, también mantenía centrada la atención en el Creador. Su tenaz y férrea disciplina sufí se había consolidado con muchos años de asidua práctica.
Cuando las circunstancias se ponían poco fáciles, comenzaba, mentalmente, a repetir el nombre de la Divinidad, y las cosas parecían ordenarse adecuadamente, como por arte de magia. Por supuesto, el proceder de Escudero siempre era justo y perfecto, y su acción constante la realizaba con expectativas positivas. Jamás se rendía frente a ningún obstáculo. Estaba convencido de que, cada uno, siempre tenía su propia salida.
Escudero confiaba en esto y había hecho del Dzikr  su práctica de espiritualidad habitual; era, ya, parte de él, como una segunda naturaleza.  Además, lo hacía sin esfuerzo alguno, encontrando inmenso placer, y paz, en ello.
Este tipo de Espiritualidad, le mantenía, a Escudero, la mente lúcida y en perfecta armonía. También, le había permitido adquirir un excelente control de su mente, de su pensamiento, de sus sentimientos, de sus palabras y de sus actos. Dominaba, en buen grado, la ley del karma y la del vipaka, es decir, las que rigen la acción y la reacción.
Inmerso en la conciencia de Dios, había alcanzado lo que se denomina conciencia cósmica, es decir, un estado intuitivo de la mente que le permite conocer las cosas sin saber como ni porque sabe. Esta condición, al mismo tiempo, le permite ser un canal fértil de la inspiración, es decir, recibir comunicaciones de contenidos mentales desde fuentes cósmicas, de la dimensión espiritual, de entes encarnados, en proyección astral o de entes en estado de libertad de los lazos de la materia. Empero, la inspiración en la conciencia de los sentimientos análogos a los valores universales, es, también, una de las funciones inherentes al Creador Universal, en su carácter de Gran Pedagogo.
Escudero estaba observando, ahora, como se iba depurando el velo que separaba su percepción objetiva, en la dimensión física, de la subjetiva, de la dimensión espiritual. Les resultaban visibles cosas que antes únicamente intuía.
El noble Escudero siempre había regido su conducta por los parámetros de los valores universales, y eso había convertido su vida en un manantial de bienestar y felicidad. Asumía las adversidades existenciales con absoluta entereza y ánimo contento como si fueran bendiciones de Dios, derivando de ellas importantes enseñanzas.
Bajo la égida de los valores universales había hecho realidad, en su propio nivel evolutivo, aquel mandato de los hijos de la luz, de la práctica de todas las virtudes, comenzando por ser una persona libre, -libre de los efectos de los valores en polaridad negativa, o antivalores-. Regía su vida por las más depuradas costumbres y austeras disciplinas de vida y espiritualidad directa centrada en el Creador Universal, sin intermediarios.
Más de una vez, Escudero le había referido a Hidalgo que había logrado esto con asiduo esfuerzo y sometiendo sus pasiones al crisol depurativo del constante recuerdo de Dios, o Dzikr. Mediante esta alquimia sufí, la persona va transmutando su estado de conciencia, así como sus pensamientos y sentimientos, de un determinado estado de conciencia a otro más elevado.
Hidalgo, asombrado, le escuchaba referir lo que parecían sus propias experiencias de los últimos dos años. Denotaba, Escudero, un estado de percepción interior de niveles elevados y sorprendentemente lúcidos. Cómo lo había logrado? Quién le había transmitido a quién, por vía telepática, los contenidos mentales que parecían compartir? Se asemejaba, esto, a lo que Napoleón Hill denominaba “grupo mente maestra”. En efectos, Hidalgo y Escudero tenían alrededor de tres años que se reunían, regularmente, dos o tres veces por semana, conversando sobre los temas de común interés. Esa fue una etapa inolvidable en la vida de ambos, en aquella tierra lucentina, en aquel ambiente dinamizado por la enorme pirámide que en el techo de la Estación de autobuses, quien sabe por idea de quién, se encontraba. En aquel lugar, muchos le manifestaron a Hidalgo que sentían la presencia de Dios, tal era la paz y la elevación espiritual que se respiraba. E Hidalgo se preguntaba como Escudero había llegado a aquellas conclusiones tan lúcidas sobre Dios, que ambos compartían con análoga percepción.
Hidalgo le hacía énfasis, a Escudero, en que debía complementar esa práctica de espiritualidad directa, centrada en el Creador Universal, sin intermediarios, además del amor a sí mismo y al que demostraba tener a Dios, con el amor al prójimo.
Cuando Hidalgo percibió que Escudero había entendido por el prójimo a los seres humanos, a algunos seres humanos, le enfatizó que no era únicamente a algunos seres humanos. Era a todos los  seres humanos, en todas las condiciones sociales y en todos los grupos étnicos: blancos y negros y de cualquier otra combinación de color. Pero, además, debía extender, en mayor grado aún, el amor a todos los seres de los otros tres reinos naturales: el animal, el vegetal y el mineral. Allí también se encontraba la presencia y la expresión de Dios.
Hidalgo le contó a Escudero el cuento que había oído de niño, en el cual un hombre clamaba a la Diosa Fortuna para que se le presentase y le proveyese de cuantioso bienes y tesoros. Cierto día, en la plaza del pueblo de Condró, en la cercanía de Milazzo, en Sicilia, se topó con una anciana que le causó una sensación poco agradable y a algún requerimiento de ella, le trató con indiferencia y descortesía. Trató de alejarse de ella, con rápido paso.
Ella le interpela, diciéndole: -“Por qué te alejas, hombre, si te la pasa llamándome. Aquí estoy para cumplir todos tus deseos”.
Y, aquel hombre, indignado, le insta a que se retire, diciéndole que él no le conocía y que jamás le había visto.
La noble anciana le dijo: -“No te preocupes hombre; ya me voy. Pero no sigas llamándome, que yo suelo atender el requerimiento de todo ser que a mí acude”-.
El hombre insiste: -“Vete mujer, vete, que a ti no te conozco ni quiero conocerte”-. En un ademán despectivo, se da media vuelta y emprende la retirada.
Al rato se voltea para ver si la anciana se había ido, y en su lugar ve a una hermosa y radiante mujer, vestida de riquísimo atuendo. Al instante el hombre se le acerca y le dice: -“Gracias por escuchar mi llamado, oh Diosa Fortuna.
Entonces, la Diosa Fortuna, le dice: -Cómo, ahora me buscas, cuando haces apenas unos instantes me aborreciste?
-No, Diosa, no he sido yo, es la primera vez que te veo, -le responde el hombre-.
Oh, ser ingrato, -le dice la Diosa-, yo tengo múltiples caras, tantas como seres existen en el inmenso universo, y me presento a cada persona con el ropaje y las circunstancias que contienen los tesoros que él, o ella, me solicita. Pero, tú, al igual que muchos de los de tu especie humana, me has rechazado guiándote por las apariencias. Dejaste de ver la hermosura de mí Espíritu y los dones que te traía, sin ser capaz de ver más allá de mi ropaje exterior. Éste, hermoso o no, nada significa, más allá de la riqueza espiritual del ser.
-Ahora, -continúa la Diosa-, tendrás que seguir clamando hasta que hagas méritos, y yo vuelva a visitarte, con la indumentaria que corresponda a los nuevos dones que me pedirás. Envolveré estos tesoros bajo apariencias adversas para estimular tu capacidad de percepción hasta que seas capaz de ver que las preciadas riquezas que tu anhelas, vienen encerradas dentro de las situaciones por resolver que todos creen que a otros tocan, sacándole el cuerpo. Pocos se dan cuenta de que ellos, al percatarse de que alguien debe resolverlas, ese alguien, generalmente, es la misma persona que lo percibe. Si asume el reto, una vez culminada la meta, encontrará la riqueza equivalente que la situación, en sí, encerraba.
El hombre de nuestro cuento se percató de la lección que el hecho le presentaba, y se prometió, a si mismo, de aprovechar más efectivamente la oportunidad, cuando de nuevo, por los incesantes y eternos ciclos evolutivos de la vida, se le presentara.
Escudero, oído el anterior cuento, percibió de que esta es la manera como actúa Dios.
Todos dicen amar a Dios; le oran, le llaman, y le piden tantas y tan variadas cosas que si Dios, realmente accediera a complacerles, violando las inmutables leyes cósmicas, la vida de tales pedigüeños resultaría insoportable. La mayoría no sabe lo que quiere ni lo que pide. Ahora lo hace con una cosa, mañana con otra opuesta. Creen que Dios es un juguete con el que pueden jugar a su antojo. Y cuando por la apatía fruto de su indolencia las cosechas que obtienen en correspondencia con la siembra que han efectuado, les insatisface, culpan a Dios de lo que ellos solos son responsables.
Cuando Dios, por la ley cósmica atiende a sus ruegos genuinos, por la ley del amor, por la de justicia, por la de compensación, por la de afinidad, por la de igualdad, por la de la libertad, o libre albedrío, y por la ley de atracción y la de aislamiento cósmico, se le presenta con la faz de incontables seres, en circunstancias en que precisan ser ayudados, con cuyo servicio recibirán lo que habían pedido, como salario cósmico, airados les rechazan, sacándole el cuerpo a lo que de hecho y de derecho deberían asumir, sin darse cuenta de que están rechazando, al mismo tiempo, los tesoros que habían solicitado.
Es preciso amar a cada ser que se cruza en el camino, sin importar la faz de humildad que presenta. Mientras más humilde sea la persona que el propio auxilio solicita más atención es preciso prestar: detrás de ese ropaje se encuentra Dios quien siempre paga, por la ley cósmica, los servicios prestados a cada uno de los seres de los cuatros reinos naturales, en el universo entero, donde las moradas son tantas que requeriría mucho tiempo contarlas todas: las que ahora existen, y la que lo harán, en la eternidad, en una Creación en expansión constante.
Se hace necesario repetirlo: Es preciso amar a todo ser que se cruza en el camino, buscando el propio apoyo: Allí está Dios, el Creador Universal, ayudando a ese ser y al colocarlo en tu senda, es una oportunidad de servicio que Dios te brinda, y un honor al mismo tiempo. Todos  los recursos que tú aportarás son los que Dios, con tiempo, pondrá en tus manos, si aceptas cooperar, una parte de los cuales, quedará, en tu poder, en calidad de salario cósmico, que Él ya tiene pronto para ti, en cuanto culmines la tarea que te ha sido confiada. Recuerda que el salario cósmico trasciende todo pago monetario en incontables formas y como semillas, solamente Dios sabe cuantos frutos adicionales habrás de cosechar.
Si en cambio, airado le abandonas, como tantas veces has hecho, dejando de asumir el compromiso divino del servicio y de la solidaridad universal, por la cual, hoy es por él, mañana puede ser por ti, hay que cooperar para que ningún eslabón de la cadena universal se rompa. Con uno sólo que lo haga se pondría en peligro todo el género humano, ya que se rompería la UNIDAD CÓSMICA. Pero, eso es imposible, por cuanto si hay alguien que sabe como hacer su trabajo, ese es Dios. Él se ocupa por la ley cósmica, para que cada día, a tiempo, brille de nuevo el sol, en el firmamento.
Envuelta la nuez bajo la dura cáscara, es como Dios satisface el pedido que tú formulas. En las situaciones por resolver que la vida, día a día te presenta, se encuentran las oportunidades que precisas. No le rehúyas tu ayuda a Dios, que dando es como se recibe.
El bien que ahora haces, sin esperar recompensas, a cambio, es el único que, en verdad, poseerás.
Adelante.



viernes, 4 de marzo de 2011

EL CONOCIMIENTO DE SÍ


EL CONOCIMIENTO DE SÍ

©GIUSEPPE ISGRÓ C.



Al-Gazzali, uno de los principales místicos sufíes, nació en el siglo XI –d.n.e. Su percepción de la realidad universal se vio acrecentada al meditar sobre un aforismo atribuido a Mahoma: -“Aquel que se conoce a sí mismo, conoce a Dios”. Dice Al-Gazzali: -“Nada hay más cerca de ti, que tú mismo, y si no te conoces, cómo puedes conocer ninguna otra cosa? Este conocimiento debería contemplar: 1) Qué es la persona en sí misma. 2) De dónde viene? 3) Hacia dónde va? 4) Con qué objeto está aquí? 5) Cuáles son los atributos esenciales que aportan la auténtica felicidad? 6) En qué radica la verdadera felicidad? El planteamiento es lógico: Si se desconoce lo que se busca, -cómo se va a alcanzar? El naranjo da naranjas porque sabe lo que quiere y como lograrlo. Alguien lo duda?

Sugería Al-Gazzali que, en primer lugar, se debe someter bajo el propio autodominio los instintos; y que, luego, hay que alcanzar los orígenes. –Cuáles son esos orígenes? El “yo  superior”: el Espíritu y los atributos divinos que les son inherentes. Se requiere ejercer la dirección de los propios pensamientos y sentimientos por el canal de la polaridad positiva, para que, las palabras y los actos se adecuen al recto sendero.

Por la ley de los reflejos, plasmada en el Sello de Salomón, el ser humano (microcosmos) es análogo a la Divinidad (macrocosmos). Igual percepción tenía Hermes Trismegisto, en la Tabla Esmeraldina, cuando expresó: -Como es abajo es arriba, y viceversa. La conciencia del ser humano es una réplica de la del Creador Universal. La diferencia consiste en que, el ser humano, y los seres de los demás reinos naturales, están dotados de un poder “potencialmente” infinito y de un conocimiento “finito” de los valores universales, en cuyo mismo grado se expresan, primeramente, EL PODER CREADOR,  al afrontar las necesidades y en las pruebas de la vida, y, seguidamente, por LA GNOSIS, mediante el desarrollo de las propias aptitudes,  así como por la intuición y la inspiración. El Gran Pedagogo, Dios, habla en la conciencia de todos los seres, en los cuatro reinos naturales, con el lenguaje de los sentimientos de los valores universales. GNOSIS y PODER CREADOR, son las dos vertientes expresadas por medio de la práctica de las principales virtudes: PRUDENCIA, JUSTICIA, FORTALEZA, TEMPLANZA y BELLEZA.

Quilón, el Lacedemonio, en el siglo VI antes de nuestra era, dijo: -“Hombre, conócete a ti mismo, que el estudio propio del ser es conocerse a sí mismo”. Pero, conociéndose, en sus entes constitutivos de cuerpo, alma y espíritu, y en el inmenso caudal de poder y gnosis del que es participe, por los atributos divinos, conoce, automáticamente, a Dios.

Adelante.

ARCHIVOS AKASHICOS




 RESPUESTA A UNA PREGUNTA SOBRE ARCHIVOS AKASHICOS efectuada por una miembro del grupo “KARMA Y REENCARNACIÓN”:

©GIUSEPPE ISGRÓ C.

Gracias por su participación.
Cuando le preguntaba cuál era, exactamente la pregunta sobre la que deseaba obtener una respuesta precisa, es decir, ¿qué quiere usted conocer?, tenía, en mente, varias razones.
La primera, por ética, no puedo opinar sobre la persona que usted refiere que anunciaba poseer facultades para contactar con los archivos akashicos. Que esa persona tenga o no esos poderes, y que además, quiera alardear de ellos, es una cosa estrictamente personal.
Vamos a formular varias preguntas:
1)   ¿Qué son los archivos akashicos? Esta pregunta la dejaremos en el aire, para que, tanto usted, como el resto del grupo que acceda a esta respuesta, puedan hacer sus respectivas investigaciones. Empero, del contenido de este trabajo, cada quien debería deducir lo pertinente al respecto.
2)   -¿Existen, realmente, los archivos akashicos?
3)   De existir, ¿qué son, realmente? -¿Es factible que una persona se pueda comunicar con ellos y obtener información?
4)   -¿Cómo hacerlo, en el supuesto de que fuera posible? -¿Qué facultades se precisan para hacerlo?
5)   -¿Poseen dichas facultades todas las personas? Es factible desarrollarlas? -¿Cómo hacerlo?
Podríamos enumerar otras preguntas, pero, de momento, es suficiente.
1) Sobre la primera pregunta, hemos dicho que cada quien haga su investigación y luego, si lo desea, que aporte el resultado al foro de karma y reencarnación, en beneficio de todos.
Haciendo caso omiso del término archivo akashico, explicaremos lo que, realmente, sucede en estos casos.
Cada ser, en los cuatro reinos naturales: los seres humanos (o espiritales); los animales (o espiritales), los vegetales (o espiritales) y los minerales (o espiritales), poseen, por ley cósmica, tres entes claramente diferenciados, -por lo menos-, (hay quien les atribuye mayor número, pero no viene al caso detenernos en ello). Estos tres entes, son:
a)   ESPÍRITU (por estos, todos los integrantes de los cuatro reinos naturales son ESPIRITALES (término acuñado por Giuseppe Isgró), que es el ente inteligente, la vida y un sinnúmero de atributos, que constituye algo equivalente a la electricidad, la cual pone en funcionamiento toda clase de equipos o motores).
b)   ALMA: -denominado también, PERI-ESPÍRITU, HILO DE PLATA, CUERPO ASTRAL, DOBLE ETÉREO, y un largo etcétera. Este elemento es el enlace entre el cuerpo y el espíritu; es de naturaleza elástica, cuya característica permite al espíritu separarse del cuerpo y proyectarse en el espacio para trasladarse a los lugares donde se encuentra la información que precisa, leerla, y a su regreso, trasladarla a la conciencia objetiva, por medio de los sueños, premoniciones, intuiciones, percepciones clarividentes, o retro-cognitivas, psicometría, telepatía, -comunicación de contenidos mentales-, inspiración –comunicación de un pensamiento por el pensamiento, de un ente espiritual a otro-, (y un largo etcétera). Esta facultad de DESDOBLAMIENTO o PROYECCIÓN ESPIRITUAL, por medio de la elasticidad del alma, es la que permite al ESPÍRITU viajar, desplazarse, a la velocidad del pensamiento, al lugar donde se encuentra la información, y leerla. AQUÍ VIENE LA PREGUNTA CLAVE: -¿Dónde se encuentra la información?  La respuesta, es: En el ALMA. El alma es el ARCHIVO DEL ESPÍRITU, no el cerebro, que constituye un órgano receptor transitorio, y vehículo físico de la conciencia objetiva,  que, oportunamente transmitirá la información al archivo espiritual (DISCO DURO) contenido en el alma. Es en el alma –archivo del espíritu- en donde el espíritu lee la información; primeramente, en el propio archivo; si la información que busca no se encuentra allí, se proyecta al lugar en que se encuentra la persona –o el ser espiritual- que la posee, en cuyo ARCHIVO-ALMA la lee, -en desdoblamiento o proyección- y la transfiere a su conciencia objetiva, en cualesquiera de las modalidades enunciadas, o en otras diferentes, según el caso. EL ALMA de los seres en los cuatro reinos naturales, contienen información archivadas –de todas las reencarnaciones tenidas en su historia personal respectiva-  y en ellas puede leer cualquier espíritu (encarnado o no) de cualquier ser de los cuatro reinos: es decir, la facultad de leer la información contenida en el alma de cada ser, la poseen los seres humanos, los animales, los vegetales y los minerales. Es un tema innovador y tiene mucho que ofrecer, todavía.
c)    EL CUERPO: Posee un órgano denominado cerebro, que procesa las informaciones del mundo físico percibidas mediante los cinco sentidos: la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto, las cuales, son sometidas al análisis de la lógica inductiva y deductiva, y clasificadas como conocimiento, que será archivado en el ARCHIVO DEL ESPÍRITU, es decir: EL ALMA, como registro contable de todo lo acontecido en su ciclo existencial, actual y en todos los ciclos anteriores de vida. Pero LA CAPACIDAD DESARROLLADA por cada acto ejecutado, es decir, la aptitud desarrollada, la conciencia adquirida, es en la CONCIENCIA DEL ESPÍRITU donde se refleja, y su nombre se puede sintetizar como APTITUD o ESTADO DE CONCIENCIA.
¿Existe una mente universal que archiva todas estas informaciones?
Sí, las almas de todos los seres, en los cuatro reinos de la naturaleza, en todos los mundos del universo, en la dimensión física y en la dimensión espiritual: ES ARCHIVO UBICADO EN LA ECOLOGÍA MENTAL, en ambas dimensiones: FÍSICA Y ESPIRITUAL.
Toda esta información archivada en el alma, a nivel individual, en el espíritu se manifiesta como CAPACIDAD DE HACER, O DEJAR DE HACER, DE COMPRENDER, es decir, como APTITUD. Pero, el registro contable se encuentra en el alma de cada ser.
Es decir, que se puede leer en el archivo espiritual contenido en el alma de cada ser, el registro contable de los actos y hechos allí contenido, o el KNOW HOW, es decir, el cómo hacerlo o dejar de hacerlo, y, también, estando en la dimensión espiritual, en proyección, deducir las consecuencias de esa información obtenida, transmitirlas a la conciencia objetiva como PREMONICIONES, CORAZONADAS, PROFECIAS, PRECOGNICIONES, ETC.
Este tipo de informaciones, como hemos dicho, contenidas en los archivos espirituales del alma, pueden ser:
A)   EL REGISTRO CONTABLE DE LO QUE LE HA OCURRIDO A CADA SER o de lo que éste ha presenciado.
B)   La aptitud o capacidad de hacer o dejar de hacer, contenida a nivel de CONCIENCIA, -la conciencia reside en el ESPÍRITU-, que le permite conocer el KNOW HOW, operativo: CÓMO HACERLO O DEJAR DE HACERLO.
C)   La percepción física que el espíritu obtiene de hechos físicos, acontecimientos humanos o de otra índole, que en desdoblamiento o proyección observa, cuyo conocimiento transfiere a la conciencia objetiva, como idea creativa, intuición, premonición, sueño, etc. Esta información puede obtenerla en cualquier lugar del planeta tierra o en otro mundo donde su evolución y potencial le permita llegar. Allí puede copiar progresos existentes y muchas de las invenciones en el planeta tierra tienen ese origen.
D)   Otras informaciones que se pueden obtener son: el conocimiento alcanzado –por cada ser- sobre los VALORES UNIVERSALES impresos en la CONCIENCIA DE CADA SER, -espíritu- replica de la del CREADOR UNIVERSAL, equivalentes a los atributos divinos, EL CUAL CONOCIMIENTO sirve de parámetros para regir la propia conducta, es decir: como sentido cósmico, representando CADA VALOR UNIVERSAL un sentido cósmico.
E)   El archivo de LA MENTE UNIVERSAL, sería la suma de archivos espirituales contenidos en todas las almas de todos los espíritus de los cuatro reinos naturales del universo, más la CONCIENCIA de todos esos espíritus, en sus múltiples vertientes.
F)   LA MENTE DEL CREADOR UNIVERSAL: Contiene todos los valores universales, soportes de las leyes cósmicas y de los principios universales, desarrollados en sus infinitas posibilidades y variantes, que el ESPÍRITU eternamente estudiará y que como ley cósmica le sirve para recibir su eterno avance evolutivo sin encontrar jamás un término, sino que siempre habrá un más allá. LA CONEXIÓN DIVINA CON EL CREADOR UNIVERSAL permite percibir, en la propia conciencia, -réplica de la del Creador, EL CONOCIMIENTO DE DICHOS VALORES UNIVERSALES, por medio del lenguaje de los sentimientos análogos a dichos valores: AMOR, JUSTICIA, FORTALEZA, IGUALDAD, BELLEZA, ETC.
G)  PERCEPCIONES DE LA CONCIENCIA CÓSMICA: por medio de la intuición, inspiración, meditación, relajación, etc.: Conformada por la conciencia evolutiva de todos los espíritus de los cuatro reinos de la naturaleza, en todos los mundos del universo.

Las facultades espirituales del ser humano: como: DESDOBLAMIENTO, CLARIVIDENCIA, INTUICIÓN, INSPIRACIÓN, PREMONICIÓN, PSICOMETRÍA, MEDITACIÓN, RELAJACIÓN, entre otras, permiten la lectura de contenidos mentales:
1)  Archivados en el alma de cada ser, en la ecología mental, es decir: DIMENSIÓN FÍSICA Y DIMENSIÓN ESPIRITUAL, como archivo espiritual del ser,
2) LA LECTURA DE CONTENIDOS MENTALES CONTENIDOS EN LA CONCIENCIA DE CADA SER, en calidad de aptitudes, es decir: capacidad de hacer o dejar de hacer, de comprender, etc.
3) Lectura en la propia conciencia, en conexión divina con el Creador Universal.
4) Lectura en la CONCIENCIA DEL CREADOR UNIVERSAL, centrando la atención en los atributos divinos, o valores universales.
5) LA RELAJACIÓN PROFUNDA Y LA MEDITACIÓN permiten estados ampliados de conciencia y la unificación de la propia conciencia, lo cual permite que el conocimiento expresado a nivel objetivo, en cada persona, trascienda los límites de lo percibido o aprendido, en el presente ciclo de vida.
6) EL CONOCIMIENTO ARCHIVADO EN EL ALMA, comprende todo el acumulado en todas las existencias vividas en el planeta tierra y en los múltiples mundos del universo en que le haya tocado hacerlo.
7) Lo mismo ocurre con la APTITUD desarrollada a nivel de CONCIENCIA, por cada ser o ESPÍRITU.
Sugerimos leer en nuestro Bloq VERDAD UNIVERSAL, el poder de la intuición, el poder de la inspiración y la ley de compensación, entre otros.

FECHA: 10 DE ENERO DE 2011.





EL ORDEN PERFECTO




EL ORDEN PERFECTO

POR ©GIUSEPPE ISGRÓ C.


El poeta se repetía a sí mismo, una y otra vez, en estado de interiorización: -“Entro en el orden perfecto de mi vida”. Apenas hacía unos días, su maestro le había dicho: -“Busca y encuentra la solución dentro de ti”. No es el zahorí quien tiene que darte la respuesta. El zahorí eres tú; y, el qué, el cómo, el cuándo, el dónde, el cuánto, el quién y el por qué, afloran en tu propia conciencia, si atento las escuchas. Pero, solamente puedes estar centrado afuera o adentro, al mismo tiempo. Es preciso descentrar la atención del propio ego y conectarla con la fuente interior: en comunicación espiritual con la Divinidad.
Este era el orden de ideas que venían fluyendo en su mente y sobre ellas estaba meditando. El maestro le había dicho que por noventa días debía repetirse, diariamente, cien veces: -“Encuentro el orden perfecto de mi vida”.
-“Encuentro el orden perfecto de mi vida”, se repetía, diariamente, la persona de nuestro relato, para reorientar las fuerzas que le permitiesen afrontar una realidad desacostumbrada para él. Su amigo, en el otro extremo del mundo, esa mañana, le había dicho, también: -“Adquiere, y lee, un libro que hable de las leyes de la vida y de los valores universales, cuya comprensión te permitan dinamizar tu pensamiento positivamente y aquilatar la visión con la percepción de la realidad divina en conexión directa con el Creador Universal”. Este hombre le tenía mucha confianza a su amigo. Desde el primer instante afloró, entre ellos, una amistad como que hubiese existido desde siempre.
-“Encuentro el orden divino de mi vida”, continuaba repitiéndose, sosegadamente. No, es el orden perfecto,.. se corrige a sí mismo. Bueno, perfecto o divino, viene a ser la misma cosa, pensaba.
Luego, se pregunta: -“¿Qué significa encontrar el orden divino dentro de mí? ¿Algo que está en orden, significa que cada cosa se encuentra en su lugar? Si cada cosa se encuentra en su lugar, cumpliendo la función correcta, eso crea armonía. Si hay armonía, ello se refleja en la belleza exterior. Pero, solamente puede haber belleza verdadera, perdurable, reconfortante para el Espíritu, cuando en lo interno impera una condición de análoga naturaleza. Nada existe en lo que externo que, al mismo tiempo, no se encuentre en lo interno. Lo que está en los pensamientos y en los sentimientos, tarde o temprano se reflejará en las palabras y en los actos. La belleza que se ve es la que se corresponde con la justeza de los elementos que la componen. Es decir, todos las partes son las justas y las perfectas que se precisa. La justicia, como valor, viene a representar la clave del orden perfecto. Dar a cada uno lo suyo, decían los juristas del Derecho Romano, y, respetarle, también, lo que le pertenece.
La clave, -reflexionaba el poeta-,  reside en armonizarse con los valores universales, equivalentes con los atributos divinos del ser humanos. Estos son equivalentes, potencialmente hablando, a los que posee el Creador. Por eso se habla de Macrocosmos y de microcosmos. Una sola ley rige todo: lo grande y lo pequeño, en los cuatro reinos: el humano, el animal, el vegetal y el mineral, que, en fin, no deja de ser un solo reino: el ESPIRITAL, -por cuanto cada uno de los citados cuatro reinos está dotado de un Espíritu, eterno e inmortal, inteligente y con libre albedrío, aunque regidos por leyes naturales-, conformando la UNIDAD, o, -¿el UNO?-. Solamente se puede gozar de la auténtica libertad si se piensa y siente, se habla y actúa, en correspondencia con los valores universales, en polaridad positiva. Si dentro de sí hay armonía, y orden perfecto, por los efectos de la resonancia magnética se encuentra la misma condición en lo externo, vibrando al unísono el entorno con lo interno. Quien se auto-domina, bajo la égida de los principios naturales, domina su ambiente existencial.
Por ejemplo: el secreto del termostato. Su regulación en determinado grado, sean cuales fueren las condiciones climáticas externas, mantiene la temperatura interior inalterable: constante. Es el orden interno perfecto. La perfección ideal – relativa, que se anhela de acuerdo a los propios valores, al estado de conciencia que se tenga de los valores universales. Si fluye la percepción clara de los parámetros que, en cada valor universal, deben conducirse los propios pensamientos y sentimientos, las palabras y los actos, el orden perfecto estaría rigiendo en lo interno, el cual, paralelamente, lo hará, también, en lo externo. Cómo es adentro es afuera. Como es arriba es abajo. Y viceversa. La solidez moral de lo uno influye en lo otro. Los ingredientes son: PENSAMIENTOS Y SENTIMIENTOS, regidos por la intención del ser. Esto es la causa y la razón. Los efectos y las consecuencias, vienen a ser las palabras y los actos, y los resultados que generan. Siembra y cosecha. Objetivos y resultados. Premio y pago.  Paz e inquietud. Conciencia tranquila y su condición opuesta. Orden y Armonía. Poder y Creación. Amor y Justicia. Fortaleza y Templanza. Equilibrio y Serenidad. Confianza y Seguridad. Servicio y Salario Cósmico. Dar y Recibir. Paciencia y Tenacidad. Tolerancia y Bondad. Placer por el bien hecho. Orden Perfecto de acuerdo a la Justicia Divina, en armonía con todos y con el Todo.
-“Entrar en el orden perfecto”, -seguía pensando el poeta, es escuchar la voz del eterno en la conciencia, por medio de los sentimientos de los valores universales. Cuando pienso en los valores que acaparan mi interés, en polaridad positiva, se activa la ley de la atracción, y se comienza a atraer, del entorno, a los elementos coadyuvantes a la propia obra. Paralelamente, se activa, también, la ley de aislamiento cósmico, que aparta todo lo que le es antagónico. Aparta lo que estorba, limpia el camino; permite el acceso a lo que corresponde en armonía al orden establecido. En lo que se piensa se activa la conciencia y la fuerza creadora inherente. Acción y pensamiento; pensamiento y acción. Pensar, luego actuar. ¿Es fácil? Todo precisa trabajo. Dios pensó el universo. El ser humano, -y los integrantes de los tres reinos naturales, en ambas dimensiones: física y espiritual, lo realiza. El uno es anhelo de ser, en todas sus vertientes, en eterno devenir; los otros: la expresión del ser.
Al activar el orden divino dentro del ser se pone en movimiento la central energética del cosmos; fluye el poder creador y la sabiduría de los valores universales, en la propia conciencia y en el universo. Mundos paralelos: arriba y abajo; abajo y arriba; es lo mismo. Como es uno es el otro. Asumir la verdad. -¿A qué sirve evadirla? Orden divino en armonía con los valores universales. De repente se hizo la luz en la mente del poeta. Por eso exclamó: ¡Ahí está la clave! Claro, por eso la idea de repetir cien veces al día, por tres meses: -“Encuentro el orden perfecto de mi vida”. Para obligarle a centrar la atención, -¿en qué? Sí, eso es, EN LOS VALORES UNIVERSALES, que rigen todo: los principios, las leyes divinas, el universo, la mente, los pensamientos, los sentimientos, las palabras y los actos. Tan sencillo como eso. Es verdad: muy sencillo. ¿Por qué no me lo enseñaron en la escuela? Eso no importa, ahora. La vida te lo enseña. Y el maestro te lo susurra en la conciencia; EL CREADOR, mediante el lenguaje de los sentimientos, en correspondencia con los valores universales.  
En lo que centras la atención se expande la conciencia y van fluyendo las ideas, y las ideas tienen fuerzas, y las fuerzas atraen o repelen. ¿Qué quieres atraer? ¿Qué deseas repeler? Por supuesto, se anhela: el bien, la salud, el amor, la riqueza, el éxito, el progreso, la sabiduría, el dinero, los alimentos, vestidos, casa, transporte, familia, trabajo, seguridad. -¿Qué más? También,  sentido de pertenencia, de dignidad, de autorrealización y de conexión con lo divino. -¿Qué más? Se anhela una misión que de sentido a la propia vida y que permita el crecimiento personal. Un propósito existencial que ordene la propia vida. Orden divino en armonía con los planes trazados por el Gran Arquitecto del Universo. Y, también, amor. Mucho AMOR: -poder supremo que mueve el universo.
El orden perfecto va permitiendo la conexión divina,  fluyendo la luz. El poeta, sigue pensando: Entro en el orden perfecto universal, contando del cuatro a uno: 4-3-2-1. Ahora estoy ya en el orden perfecto universal. Rijo mis pensamientos y mis sentimientos por los parámetros de los valores universales. Actúo guiado por el sentido de la justicia y expreso todas mis palabras impregnadas con la energía del amor; con respeto, sinceridad, alegría, tolerancia y efectividad, es decir: con contundencia. La vida no es juego; estamos aquí para triunfar, haciendo, al mismo tiempo, la mayor suma de bien posible.
El poeta se iba imbuyendo, cada vez mejor, de los sentimientos de los valores universales, y le encontraba un justo sentido a la vida. Esas ideas claras iluminaban sus pensamientos y las consecuencias de sus palabras y actos. Fluían, los sentimientos, en polaridad positiva;  todo en armonía. El poeta había encontrado el camino del orden divino. Ahora, era preciso recorrerlo, en el eterno presente. Orden, armonía, poder y amor: cuatro poderosas palancas eternas. Ahora, el poeta, iba anotando las cien palabras que se correspondían con valores que él quería afirmar en su vida, para afianzarse en el orden divino y recibir sus efectos, por añadidura. Él, se había hecho el propósito de cumplir el compromiso asumido de repetir cien veces al día, por noventas jornadas: -“Encuentro el orden perfecto en mi vida”-. Luego, añadió: En armonía con el Universo. Recapacita y afirma: -ESTOY, YA, EN EL ORDEN PERFECTO DE MI VIDA, en conexión con el Creador Universal. Él es yo; yo soy Él; soy, -y represento-, todo lo que Él es. Lo que Él quiera; nada se le asemeja. El orden perfecto.
Adelante.

LOS CICLOS DE PODER



LOS CICLOS DE PODER





©GIUSEPPE
ISGRÓ C.






Hermoso panorama, de colorido y belleza observa el viajero en Venezuela con el florecer de los araguaneyes, su árbol nacional. Cuantas veces se miran, esas inmensas extensiones de tonalidades en amarillo, emocionan, recrean y armonizan.

Esa obra pictórica, que con pincel sublime plasma el Creador Universal en el lienzo de la naturaleza, marca el retorno de la etapa activa. Una fase nueva comienza. La expresión de la eterna vida renace, en continuos y alternos ciclos, para demostrar que la divina esencia cósmica siempre está presente.

Reflexiona sobre la dualidad de condiciones, reales y simbólicas a la vez, que emplea la naturaleza, en sabio proceso de etapas sucesivas, pasiva una, activa otra, para hacer que florezca la vida y la belleza donde, pocos días antes, sólo había árboles secos y vegetación en sueño.

Contempla, las etapas activa y pasiva, con visión de conjunto. Ninguna de las dos tiene duración indefinida. El día y la noche se suceden dentro de las veinticuatro horas. Puede durar un poco más una u otra, según la época del año, pero, al final, se equilibran en ciclos repetitivos y alternos, para presentar, en el cosmos, dos etapas claramente definidas, con objetivos específicos: actividad y descanso.

La naturaleza realiza sus funciones en la etapa activa y, descansa, en la pasiva.

Es preciso ponerse en acción en la fase activa y descansar en la pasiva, acumulando energía creadora. Cada etapa llega a su término para dar paso a la otra, con el fin de establecer el equilibrio y la armonía.

Los ciclos cósmicos se identifican por su manifestación: el día y la noche, verano e invierno, primavera y otoño, época lluviosa o seca, positivo y negativo, par e impar, vigilia y sueño, etcétera, que indican, claramente, su condición de actividad o pasividad.

Identifica tus ciclos activos y pasivos, según la época del año, semana del mes, hora del día, con el fin de efectuar las programaciones de actividad y descanso.

Ritma, cada día más y mejor, con las leyes naturales. Los mejores medios a tu alcance, son: la observación, el estudio y la práctica constante.

Estudia, planea y busca atento tus oportunidades. Con calma y serenidad, armonízate con la naturaleza, conformando una unidad con el Creador Universal. Confía y actúa con expectación positiva, al final todo se equilibra, alcanzando las metas previamente programadas.

Alexis Carrel, uno de los científicos y pensadores más profundos del siglo XX, en cierta ocasión, expresó: -“Antes quienes realizan su oficio de hombres, el camino de la verdad se abre siempre”-.

Friedrich Schleirmacher, le dijo al Canciller de Hierro, Bismark: -“Lo que hagas hazlo como sí te lo mandara Dios y pon en ello todo tu corazón”-. Estas palabras ejercieron en él una profunda influencia modeladora.

Realiza este experimento: Cierra los ojos suavemente. Toma tres respiraciones profundas, reteniendo el aire, con los pulmones llenos, contando, mentalmente, 24, y, exhala, lentamente, por la nariz, hasta vaciarlos. Con cada exhalación afloja todos los músculos. Relájate completamente. Contempla, con los ojos de la mente, un hermoso paisaje de araguaneyes –o de otra flor- que tú recuerdes. Extasíate contemplando sus tonalidades de amarillo o el respectivo color que corresponda a tu elección.

Selecciona un ejemplar florido. Véalo, tócalo, huélalo, gústalo, oye el ruido de las hojas por la acción de la brisa fresca. Ahora, aléjalo hasta el infinito y síguelo en su recorrido. Allí, en el espacio, siente que tú eres el centro del universo, conformando una unidad con el Creador Universal; imagínate como un foco de luz, energía, sabiduría, bienestar, salud y equilibrio, armonía y amistad, fortaleza y tenacidad, serenidad y calma. Relájate más y mejor. Experimenta la emoción de esta comunión cósmica.

Formula, en este instante, el pedido de lo que tú más aspiras en la vida y visualízalo realizado. Así será.

La creación mental interior abre el camino a la realización de resultados exteriores, por cuanto, según la ley cósmica, como es adentro es afuera y como es afuera es adentro.

Desempeña las actividades de tu vida con dedicación, entusiasmo y amor…. Actúa con tenacidad. Haz que ocurran los resultados que programas. Ten claras las ideas de las cosas que quieres y aspiras y de lo que debes hacer para alcanzarlas. Comienza de inmediato. Ahora es el momento. ¡Hazlo y tendrás el poder para hacerlo!

La vida te brinda la oportunidad de vivir en una de las mejores épocas de la historia, la actual. Dispones de las oportunidades, recursos y retos que requieres para realizar tus metas y concepciones. Este es el momento. ¡Aprovéchalo!

En cualquier posición en que te encuentres, constituye la base para elevarte hasta donde tu aspiración alcance.

Adelante.

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