jueves, 7 de noviembre de 2013

UNA PREGUNTA SOBRE REENCARNACIÓN Y LA RESPUESTA INHERENTE


UNA PREGUNTA SOBRE REENCARNACIÓN Y LA RESPUESTA INHERENTE:

©Giuseppe Isgró C.

Damos las gracias por la pregunta que sigue:
-“Cuando uno se reencarna, acepta las cosas que pueda soportar?”
Antes de reencarnar, cada ser elabora su plan de vida, conjuntamente con las personas que van a integrar su ámbito familiar, y con aquellos seres con quienes contempla realizar determinadas actividades con carácter de misión de vida.
Cada ser tiene acumulado un bagaje de potencialidades que denominamos SUMA EXISTENCIAL, que le dan cierta libertad de acciones, por las aptitudes desarrolladas en anteriores ciclos de vida: Las APTITUDES consisten en la capacidad de comprender, hacer o dejar de hacer, por una parte. Por otra, aquellas situaciones kármicas que debe compensar, o recibir compensaciones. Esto determina el orden cósmico en que girará su vida en las dimensiones espiritual y física, simultáneamente, enmarcado en el ámbito en que puede cumplir, o realizar ambos aspectos, y el potencial de sus aptitudes. A esto hay que sumarle el plan de estudios que rige para el planeta tierra, al igual que en cualquier escuela, o universidad. Las aptitudes dan libertad para elegir los propios objetivos de desarrollos o metas del siguiente ciclo de vida, que sería el actual, en la dimensión espiritual, antes de reencarnar. Las situaciones kármicas, en ambos sentidos, o vertientes: para recibir, o dar compensaciones, generan compromisos que deben ser honrados de acuerdo a la ley cósmica: ley de afinidad, justicia, igualdad, compensación, equilibrio, verdad, libre albedrio y/o libertad, entre otras.
Dentro de este orden de ideas, cada ser elabora su plan de vida para el siguiente ciclo de vida, el cual corresponde con algún plan existente a largo plazo, que realizara ya, en algún momento pasado, en líneas generales, y a los demás elementos antes reseñados, adaptándolo al siguiente, y actual, ciclo de vida, en líneas generales.
Cuando a nivel espiritual, cada ser percibe, o adquiere conciencia del tiempo que ha perdido en vidas anteriores, suele anteponerse pruebas que, muchas veces superan toda posibilidad de realizarlas, en un solo ciclo de vida. Los guías espirituales, y entes afines y amigos, y –los regidores de turno, en el planeta-, muchas veces aligeran ese plan para hacerlo realista y factible y es subdividido para varios ciclos de vida. Aun así, cada plan de vida es exigente y contempla pruebas –elegidas, en su mayoría por el mismo ser- para experimentar cosas que quizá ya hizo experimentar a otros, como pruebas existenciales de desarrollo-, y es probable que algunas pruebas requieran más de un ciclo de vida por superarlas en su totalidad, como ya fue dicho. Evidentemente, algunas de esas pruebas de vida, u objetivos de desarrollo que muchos seres traen a su existencia actual, vista desde la perspectiva humana, son complejas, y “terribles”; empero, desde el momento en que la persona las incluyó en su plan de vida, significa que aceptó las mismas –las aceptó o por libre elección, o por acción coactiva de la ley cósmica, la cual en su sabiduría, jamás impone pruebas que vayan más allá de lo factible en determinado lapso, pero la realización dependerá siempre, del ser a quien las pruebas son inherentes, y podrá, en su oportunidad cumplirla, o flaquear, titubear, y fallar una y otra vez, y tendrá que volver a anteponerlas como pruebas, en siguientes ciclos de vida, hasta que las cumpla o supere-.
En respuesta a la pregunta planteada, al reencarnar, cada ser acepta las cosas que conforman su plan de vida, tanto aquellas que eligió libremente, como aquellas que los seres que son acreedores de determinadas compensaciones reclaman a la justicia divina y que ésta impone, coactivamente, por el imperio de la “amorosa” ley cósmica, que busca el equilibrio perfecto, y el ser –cada ser- viene al nuevo ciclo de vida con la firme intención de cumplir su plan. Que lo haga o no, totalmente, o en determinado grado, depende, en línea general, del propio ser, y éste dispone de la ayuda de los guías espirituales, seres amigos, o entes afines, y de la misma ley cósmica, que brinda su apoyo en las tres vertientes esenciales que antes enunciáramos, y cualquier otro aspecto inherente. Formamos parte de un grupo, y todos tienen interés de que todos tengan éxito en las respectivas metas comunes, por ser todos eslabones de una cadena que, si se rompe uno, afecta a todos.
Alguien que deba una o más vidas, por haber privado de ella a otros seres, en vidas anteriores, ahora deberá darlas, o reponerlas. La ley cósmica expresa: Quien quita una vida, deberá reponerla. Quien odia tendrá que amar. Esa es la razón que los enemigos nazcan en el propio ámbito familiar para que, por los lazos de la sangre, -familia-, se vayan limando las asperezas, y prevalezca la afinidad y el amor-. Pero, también nacen, en el ámbito familiar, los entes afines, para apoyarse recíprocamente. Y luego, los afines, en el entorno social, que también son cooperantes, y los afines que aún permanecen en la dimensión espiritual, que también cooperan, e interactúan. Somos integrantes de un grupo que se desenvuelve, por turno, una vez desde la dimensión espiritual, y otra, desde la física. En ambos planos, cada uno se apoya recíprocamente.
Esa es la razón por la cual es preciso aceptar las pruebas de la vida y asumirlas con confianza, dando las gracias, constantemente, a la vida, porque dichas pruebas no han sido de magnitudes mayores, como pudieron haber sido.
Luego, al asumir con determinación, y voluntad de triunfar, las pruebas existenciales, al afrontar cara a cara cada una de las pruebas, emerge desde el ser interior, y por la asistencia espiritual, la fuerza necesaria, y la inspiración suficiente, para ir superando con éxito las mismas.
Pero, si esas prueban dejan de ser afrontadas con determinación de triunfar, al costo que sea necesario, estudiando las leyes de la vida, para tener las ideas claras, evadiendo los propios compromisos que se asumieran al elaborar el plan de vida, desde la dimensión espiritual, esa falta de determinación, inhibiría a las fuerzas cósmicas que acuden en ayuda, para brindar su apoyo en la superación de las pruebas existenciales de turno. Igualmente, con los compromisos que diariamente se van adquiriendo, hay que honrarlos, ya que las acciones actuales son siembras que generarán sus respectivas cosechas en nuevos ciclos de vida.
Desde el momento en que las pruebas se presentan a la propia conciencia existencial, es porque estamos en condiciones de superarlas con éxito, caso contrario no habríamos adquirido conciencia de ellas.
Las pruebas que dejan de afrontarse ahora, ellas seguirán esperándonos más adelante; comenzamos a tomar el control de las situaciones que les son inherentes, y por supuesto, en primer lugar de nosotros mismos, en el instante en que decidamos afrontarlas, y superarla como medio de auto-aprendizaje.
En el acto de afrontar la realidad tal como es, de aceptarla tal como es, sin evasión, y retornamos a la unidad, a la conexión con la Divinidad, con la Esencia universal, con la que se conforma una unidad perfecta e indisoluble, y adquiramos conciencia de esa unidad y conexión con la fuente, se restablece la perfecta armonía creadora, en el sincronismo cósmico. 
Todo fluye desde su propio centro de poder, sin interferencia, libremente, sosegadamente, en función de los propósitos existenciales y de los planes cósmicos. Hay plenitud. 
Adelante.
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Será preciso un lapso determinado de meditación para compenetrarse de todos los elementos expuestos. Sugerimos leer el artículo: LA LEY DE COMPENSACIÓN y nuestro video con el mismo título, en Youtube, que amplían la respuesta. 

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